Modélico, o casi, el pleno de 6 de febrero. Los puntos del orden del día se aprueban, se dan por válidos después de tantos meses los Presupuestos 2014 de Manzanares el Real, y los concejales no se insultan.
Los festejos navideños han sido un éxito; se han entregado los alimentos recogidos en la campaña de navidad a las familias necesitadas del pueblo; se van a poner señales destinadas a la promoción turística del municipio; sale a concurso público la gestión de la Hora Joven; se va a arreglar el rocódromo; se van a acondicionar varios itinerarios accesibles; se va a intentar que Manzanares el Real quede incluida en la nueva ley de bases de régimen local en un listado de municipios sin déficit, y se va a trabajar con otros ‘pueblos con calidad turística’ en un proyecto que puede aportar importantes subvenciones europeas.
El que quiera saber más, tendrá que escuchar el pleno en Onda Pedriza o esperar dos meses a que el Ayuntamiento cuelgue las actas en internet. Por el momento, de la promesa municipal de grabar los plenos y emitirlos en streaming a partir del pasado septiembre, todavía no hay nada.
En cambio sí grabaron el pleno unos vecinos de Moralzarzal Participa que, autorizados por el alcalde, deseaban mostrar a sus convecinos y representantes políticos el nivel democrático y participativo que se respira en Manzanares el Real.
Y poca cosa más.
Excepto comentar una información aportada por el señor concejal de urbanismo, una vez finalizados todos los restantes asuntos. Referente al comportamiento, según él poco solidario, de una serie de colectivos que decidieron quejarse a la Comunidad de Madrid por los trabajos que el Ayuntamiento estaba realizando sin permiso en Prado Puente. Por culpa de este chivatazo, la Comunidad paró los trabajos; al Ayuntamiento le reconvinieron en la Consejería de Medio Ambiente, y el señor concejal del ramo tuvo que esforzarse hasta conseguir finalmente un permiso oficial para poder continuar las tareas de limpieza y desbroce de Prado Puente.
En el pleno, el alcalde y el concejal de medio ambiente recriminaron la actitud poco cívica de estos colectivos. Una minoría, en su opinión, que pretende forzar al equipo de gobierno a su conveniencia, y en contra de los intereses del resto de la ciudadanía.
Estos colectivos, presuntamente malintencionados, habían escrito una carta pidiendo explicaciones a presuntos daños causados por tales trabajos a los también presuntos valores naturales de Prado Puente. Siempre según los señores alcalde y concejal de urbanismo, los firmantes de la carta eran cuatro gatos que pretendían hacer como que son muchos, firmando como siete u ocho colectivos distintos.
El señor concejal Damián Guijarro quiso saber quiénes eran esos colectivos. El señor concejal de medio ambiente se los leyó. Aunque, seguramente sin darse cuenta, se saltó alguno y no comentó, por ejemplo, que uno de los colectivos firmantes es Ecologistas en Acción que representa a 34.000 afiliados.
Ante los intentos, ya desde el turno del público, de aclarar estas cuestiones, el señor alcalde y el señor concejal de medio ambiente leyeron fragmentos de varios correos electrónicos, uno de ellos un correo privado en donde se llamaba algo tan insultante como “señoritos” al señor alcalde y al señor concejal de medio ambiente, y se cuestionaba en clave de humor la diligencia en el trabajo de este último.
También, los señores alcalde y concejal de medio ambiente criticaron el hecho de que en dichos correos se animara a los vecinos a acudir a los plenos para que los representantes públicos se sientan observados por la ciudadanía. Alegando que los políticos no necesitan que nadie les vigile.
En resumidas cuentas. Nos parece lamentable que en lugar de reconocer su error, el Ayuntamiento haya reaccionado insultando e intentado desacreditar en público a colectivos y ciudadanos cuyo objetivo es evitar males mayores al patrimonio común.
La obligación del Ayuntamiento hubiera sido solicitar un permiso al Parque Regional. En primer lugar, porque así son las leyes. Y en segundo lugar, porque los permisos emitidos por los departamentos técnicos correspondientes contienen las instrucciones técnicas precisas para que los trabajos cumplan sus objetivos (reducir posibles riesgos de incendio y retirar las grandes cantidades de basura existentes en Prado Puente) garantizando al mismo tiempo la protección de los valores naturales (especies protegidas y hábitats naturales). Ese, y no otro, era nuestro objetivo al quejarnos a la Comunidad de Madrid. E insistimos, lo único que hicimos fue ‘quejarnos’, y en ningún caso decidimos generar perjuicios mayores cursando una denuncia formal, como se pudo haber hecho.
Por último, indicar también que el señor alcalde reveló a lo largo del pleno su intención de poner en marcha un huerto vecinal en Prado Puente, incidiendo en el hecho de que se trataría de un huerto municipal para todos los vecinos. Y no de un huerto privado, como pretende, según el señor alcalde, el Grupo Promotor del Huerto Comunitario.
Desde aquí se le recuerda que el proyecto del Grupo Promotor, que por cierto cuenta con el visto bueno y el informe positivo del Parque Regional, consiste básicamente en un huerto para todos los vecinos. Eso sí, autogestionado en lugar de municipal.
Nos encantaría poder sentirnos orgullosos de tener unos representantes públicos capaces de escuchar a los ciudadanos, sin sentirse insultados y sin insultarles. Parece que habrá que esperar.