Una reacción normal, y en cierto modo comprensible, tras ver este bello corto, es decir ¿Qué quieren, que volvamos al siglo XIX?¿que renunciemos a los hospitales? ¿Qué no tengamos ni teléfono ni Internet?, … Nada más lejos de la intención de los realizadores, que, pensemos, han utilizado cámaras de vídeo y ordenadores para realizar el corto. La intención es conseguir que l@s espectador@s nos hagamos preguntas sobre la verdadera utilidad de tantas cosas que rodean nuestra vida y que, tal vez, no nos aporten tanta comodidad ni bienestar como nos venden, y su huella en futuras generaciones sea mucho mayor de lo que creemos.
Quizá la pregunta más importate que nos podemos hacer despues de ver este cortito es: ¿tenemos tiempo de tomar el Sol, de compartir con nuestros vecinos, de ver la vida pasar? Quizá tanto avance esté consiguiendo que tengamos de todo menos tiempo para nosotr@s mism@s.