El tema fuerte del orden del día del pleno del 3 de noviembre (formación de un pacto para la gobernabilidad y la estabilidad entre PSOE y ALMAs, con un nuevo sueldo de 35.000 y pico € para la nueva concejala incorporada al equipo de gobierno) quedó aprobado por los pelos, acogido con ‘lecciones’ de moral y ética (¡¿?!) por parte de unos y otros, y jalonado por las consabidas e interminables discusiones y momentos de bronca entre los concejales, en fin, el habitual gallinero.
El turno de palabra de l@s ciudadan@s también se vio recortado por nuevas discusiones entre los concejales, que una y otra vez demuestran que les interesa más discutir entre ellos que atender y aceptar las críticas de su pueblo. A destacar la grosería cavernaria de un miembro del público, antiguo alcalde de este pueblo, (minuto 51 de la 2ª parte) y el uso de los servicios para fumar durante el descanso.
Una reflexión: Todos los concejales se refieren a l@s ciudadan@s como público, como si los plenos fuesen una obra de teatro, pero nadie como aquell@s ciudadan@s que depositaron su confianza en nosotros, que esperan que miremos por ell@s, que les escuchemos, que les demostremos con nuestro comportamiento que somos gente educada, respetuosa, elevada. No, todas esas personas que hay allí sentadas no son más que público. Estamos lejos todavía de una democracia participativa en la que cuando llega el turno de palabra de los vecin@s, el secretario desaparece y nada de lo allí dicho queda recogido en acta. Eso sí, ahora, aunque no de forma oficial, queda recogido en estos vídeos que l@s ciudadan@s se han encargado de filmar y compartir.
LasierraTV
La democracia que tenemos es de teatrillo, osea que quien la observa es el público, claro.